Nota de Prensa, 06 de junio 2023. Nuestros países constatan que no solamente nuestras Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) son insuficientes, sino que están muy por debajo de lo que nuestros estados podrían hacer si existiera la voluntad política de transformar nuestras matrices energéticas e iniciar una transición ecológica pensado en nuestros pueblos.
En ese sentido, tenemos claro que todos los países deben hacer el esfuerzo de avanzar en reducciones profundas, inmediatas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar la temperatura del planeta, desde un enfoque de responsabilidad común, pero diferenciada y según sus respectivas capacidades, con miras a alcanzar una reducción de 43% de las emisiones antes del 2030 y un 60% para el 2035, para llegar así a cero emisiones netas a mediados de siglo con lo cual evitaremos que la temperatura mundial supere el punto de inflexión de 1,5 ºC.
Esto implica que este año, en el marco de la Cumbre de Ambición Climática de septiembre y en la COP 28 de diciembre los estados anuncien la elevación de sus expectativas de contribución e implementación acorde con estas metas. Nos queda claro que para cumplir con la ambición climática se necesita de la participación de todas y todos, lo que a su vez requiere una enorme profundización de la democracia ambiental, la gobernanza participativa, la consulta ciudadana y el respeto de los derechos de todas y todos.
“En la medida que el Cambio Climático amenaza nuestros territorios, nuestra cultura, y nuestras formas de vida, la crisis en la que nos ha metido la quema de combustibles fósiles tienen que empezar a ser resuelta, dejando bajo tierra estas fuentes de energía fósil, cortando nuestra dependencia del Petróleo, Carbón y Gas Natural, que no solo contaminan nuestra atmósfera, sino que también destruyen nuestras tierras, profundizando las desigualdades, vulnerando nuestros derechos actuales y futuros a tener una vida digna y finalmente socavando nuestras democracias”, expresó Antonio Zambrano, miembro fundador del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático – MOCICC del Perú y miembro del Consejo Directivo de CANLA.
“Para avanzar en el contexto de las negociaciones multilaterales, es necesario que aquí en la SB 58, como en la presidencia de la Conferencia de las Partes (COP) primen el interés público por el clima y los pueblos antes que el afán empresarial de lucro, por lo que hacemos un llamado de atención por el conflicto de intereses en la que el día de hoy está involucrada la presidencia de la COP28 y las grandes corporaciones petroleras que pone en explícito riesgo las posibilidades de alcanzar los avances mínimos necesarios en las negociaciones de diciembre próximo”, indicó Marcos Nordgren Ballivian es técnico de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático PBFCC, biólogo y cientista ambiental.
Para las organizaciones del sur global, el mayor avance logrado en la COP27 fue el mandato para la creación de un Fondo que deberá proveer apoyo a los países en desarrollo para afrontar las Pérdidas y Daños derivadas de la crisis climática. Los aspectos asociados a la operativización del Fondo deberían concretizarse a más tardar durante la próxima COP28. A pesar de este avance, durante la COP27 se avanzó muy poco con respecto al aumento de la ambición y la implementación del programa de trabajo de mitigación; asimismo, se logró poco avance en la eliminación gradual a todos los combustibles fósiles.
Sin embargo, en términos más generales, es necesario poner el foco sobre las enormes brechas que existen en la disponibilidad de financiamiento climático suficiente para la ampliación de las respuestas y acciones climáticas que deberán ocurrir los restantes años de esta década.
Las soluciones propuestas por algunos Estados desarrollados a este problema continúan insistiendo en seguros y créditos climáticos que han comenzado a empujar a América Latina y otras regiones del mundo hacia una nueva crisis de endeudamiento, mientras las promesas del primer mundo de financiamiento público de 100 mil millones de $USD anuales para la acción climática aún no logran ser cumplidas. En este contexto es importante conocer que los estudios más recientes sobre financiamiento Climático estiman el requerimiento de entre 3-5 billones de dólares americanos (con b) para el año 2030 pero que el flujo financiero total existente relacionado a la acción climática, incluyendo una mayoría en forma de préstamos comerciales, sólo alcanza a cerca de 850 mil millones.
Para este año 2023, está presente en la agenda climática el proceso que corresponde al primer Balance Global, el cual define el mecanismo de evaluación que permita a todos los países ajustar los compromisos climáticos para mantener las variaciones en la temperatura media del planeta por debajo de los 1.5° en relación a la era preindustrial.
Si bien América Latina, según la CEPAL cuenta con uno de los mayores niveles de deforestación, cuenta con las características climáticas y geográficas favorables para avanzar en la definición y cumplimiento de metas más ambiciosas e incrementar la participación de energías renovables. Si bien “ha habido avances en los esfuerzos de descarbonización, es necesario que la transición tenga un enfoque de justicia que ponga al centro las necesidades de las personas y los territorios en los procesos de planeación e implementación de las políticas energéticas y se distribuyan de manera equitativa sus costos y beneficios”, expresó Mariana Gutiérrez Grados, Gerente de transparencia climática en Iniciativa Climática de México.
Si bien la región no puede postergar la sustitución de los combustibles fósiles por energías renovables, es necesario que los gobiernos establezcan planes de transición justa que garanticen las condiciones necesarias para la transición que se protejan los de derechos humanos y atiendan las necesidades de las comunidades y poblaciones más vulnerables. La transformación energética requerirá una alta demanda de recursos humanos, minerales, suelo y financiamiento. Por ello, a la par de definir metas de energías renovables más ambiciosas, es importante aprender de las malas prácticas del pasado, basadas en una lógica extractivista y centrada en soluciones tecnológicas, para no repetirlas.
Acerca de CANLA
Climate Action Network (CANLA) es el brazo latinoamericano de CAN, la red más grande de defensores y activistas por la estabilidad climática a nivel mundial y un actor clave en los procesos de negociaciones multilaterales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Contacto de prensa:
Karina Saravia Aguilera, Comunicadora Social-CANLA